La enorme importancia de la ciencia básica para nuestro futuro

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Muchas veces se tiene una idea del científico como un erudito desconectado de los problemas de su tiempo, pero lo cierto es que su trabajo siempre ofrece al resto de la sociedad grandes beneficios.

A veces la sociedad se pregunta si determinados proyectos científicos de gran envergadura y coste elevado, como el LHC, tienen sentido. Y es que en muchos casos estamos ante experimentos que dudosamente ofrecerán resultados prácticos, sino que parecen más bien centrados en responder a la insaciable curiosidad de los investigadores. Un argumento muy habitual es que, ante las necesidades de carácter humanitario que hay en el mundo, no debería gastarse el dinero público en estudios que sólo busquen satisfacer el gusto por el conocimiento.

Sin embargo, es muy complicado valorar lo que es útil y lo que no. Cuando en la Antigua Grecia se desarrolló el concepto de átomo (en un esfuerzo absolutamente teórico, y sin ninguna intención de un uso determinado) se estaba dando un pequeñísimo pero imprescindible primer paso para crear las centrales nucleares que actualmente generan la electricidad que tan vorazmente consumimos.

 La enorme importancia de la ciencia básica para nuestro futuro

Del mismo modo, seguro que a día de hoy estamos haciendo descubrimientos que dentro de varios siglos tendrán aplicaciones que no alcanzamos ni a concebir. O puede que ese plazo sea muchísimo más breve, que transcurridos unos pocos años aparezca una nueva necesidad en ese ámbito o que se realicen avances complementarios , y que el dinero invertido ofrezca resultados antes de lo imaginado.

La conclusión es muy clara: debemos seguir dedicando presupuestos generosos a la ciencia básica, la que no tiene utilidad inmediata, pero aumenta nuestro entendimiento de la realidad. Porque si nos centramos en la ciencia aplicada (la que se ocupa de desarrollos prácticos) nos perderemos grandes hallazgos que con el paso del tiempo pueden resultar claves. No hay que olvidar que todas las investigaciones encaminadas a un objetivo concreto tienen su origen en proyectos más generales que se habían realizado en el pasado.

Lo cierto es que la ciencia no puede hacer nada por el bienestar de las personas si no hay voluntad de darle un uso adecuado. Pero, por suerte o desgracia, es la herramienta más poderosa que tiene el hombre para materializar sus sueños, sean estos cuales sean.

 La enorme importancia de la ciencia básica para nuestro futuro

A nivel personal, no puedo dejar de opinar que el simple hecho de conocer lo que nos rodea de forma más detallada también es un objetivo perfectamente válido y loable, y este interés en el universo forma parte intrínseca de la naturaleza humana. Richard Feynman lo sintetiza con una cita muy peculiar:

La Física es como el sexo: seguro que da alguna compensación práctica, pero no es por eso por lo que la hacemos.

En cualquier caso, en estos momentos de incertidumbre económica que tantos recortes dolorosos está suponiendo, hay que tener claro que disminuir los fondos destinados a la investigación no ayuda a mitigar el problema, sino que agrava la situación e hipoteca nuestro futuro. Mantener la inversión en ciencia básica es una decisión difícil para la clase política, pero es la opción correcta pensando en el largo plazo.

Imágenes | faungg y Sergei Golyshev

Archivado en Ciencia aplicada
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