Ayer, la multinacional del software presentó sus nuevas tablets Microsoft Surface de segunda generación, muy esperadas después de que la primera incursión en el segmento se saldase con considerables pérdidas. De hecho, en el pasado se ha visto obligada a realizar drásticas reducciones de precio en la Microsoft Surface RT, pero eso no le iba a impedir seguir insistiendo. Para Microsoft los dispositivos ahora representan una parte clave de su negocio (lo demuestra la compra de Nokia) y necesita una tablet que pueda competir en condiciones contra el iPad y los gadgets con Android. Obviamente, sus primeros modelos no eran capaces, y tengo muy serias dudas de que los actuales lo logren.
El problema está en que se tratan de aparatos claramente continuistas. No quiero de decir que los modelos originales no fueran buenos, de hecho estaban llenos de ventajas y ampliaban el concepto de tableta gracias a una potente multitarea y a la productividad que ofrecían los teclados. El inconveniente lo encontrábamos en que Windows 8 no cuenta con el favor del público de la misma manera que Android o iOS, y mejorar la autonomía, la agilidad del dispositivo o hacerlo más delgado y ligero no va a resolver eso. Tampoco los nuevos accesorios representan una diferencia clave, la solución viene por otro camino.
Del mismo modo que Microsoft tuvo que afrontar pérdidas cuantiosas para hacerse un hueco en el segmento de los videojuegos con la Xbox original, y gracias a eso la Xbox 360 logró una posición fuerte en el mercado, para conseguir captar la atención de los compradores de tablets deberá hacer una inversión importante. Es decir, vender sus productos a un coste muy reducido hasta que se popularicen, aunque eso desagrade a los demás socios del ecosistema. Pero los precios de 429 euros para la Microsoft Surface 2 y de 879 euros para la Microsoft Surface Pro 2 representan un suicidio comercial.
En mi opinión, los aparatos valen perfectamente esas cantidades, sobre todo comparados con rivales como el iPad, pero los consumidores no tienen esa percepción, valoran más a sus competidores. Así que, o Microsoft lleva a cabo una campaña de marketing con unos efectos milagrosos, o acabará teniendo que bajar de nuevo el precio de esta segunda generación de dispositivos ante sus malas ventas. Que, a pesar de que me parecen propuestas muy interesantes, no habría estado de más que resultaran un poco más innovadores e incluyeran alguna característica sorprendente que sirviera para atraer a las masas. En las condiciones actuales, opino que los Microsoft Surface 2 disfrutarán de poco más éxito del que tuvieron sus antecesores.
¿Cómo ves tú el tema? ¿Te comprarías uno de estos gadgets, o te sientes decepcionado por la renovación?
Que dices??? Qué valen ese precio en comparación con un IPAD??!!!!!!!!! Que te pasa loco!!!! Tu faltas de respeto hacia los poseedores de un iPad es penosa. El iPad vale lo cuesta señor, tu opinión es pauperrima y carente de la realidad. En tu afán de ensalzar a la surface como fanático de android te da palos.. Y hablas torrejas. Por no decir qué haces !QUE HACES ESCRIBIENDO AHÍ! Pobre iluso!!!!!!!
Puede que Apple tenga un diseño más bonito, pero el de la Surface resulta mucho más práctico. Pero es que el aparato lleva un paso más allá el concepto de dispositivo para consumidor contenidos de Apple y lo transforma en un verdadero PC. Además, Windows 8 es muy superior a iOS como sistema, sólo le falta su catálogo de aplicaciones.
Por estas razones creo que un iPad no tienen que costar más que una Surface, aunque ambos aparatos me parecen pasados de precio.
Esto iba para Juan, no para Miguel