Edward Snowden y PRISM, la situación actual del espionaje electrónico

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A lo largo de los últimos días, una gran cantidad de noticias está ocupando todas las portadas y cabeceras de los medios de comunicación en todo el mundo. Se trata del caso de espionaje de Edward Snowden, que desveló el programa PRISM de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense. Se trata de un programa mediante el cual Estados Unidos era capaz de obtener una gran cantidad de información de diferentes usuarios. Uno de los casos más graves de espionaje electrónico y que involucraba también a las mayores empresas tecnológicas que encontramos en el mercado.

Edward Snowden, el encargado de desvelar PRISM Edward Snowden. Éste es el nombre que más está dando la vuelta al mundo en las últimas horas. Muchísimos son los titulares y portadas que está ocupando el que, sin duda alguna, es uno de los mayores casos de espionaje por los que ha pasado Estados Unidos en su historia. Si hacemos un poco de memoria, Edward Snowden es un informático y consultor tecnológico de 30 años que trabajaba para la CIA y como consultor para la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en concreto para el tan mencionado programa PRISM, del que más adelante hablaré.

Pero, ¿qué ha sucedido exactamente para que Snowden sea portada de todos los periódicos mundiales? La historia se remonta a tan solo un mes, en mayo, cuando la NSA le concedió a Snowden una baja temporal con el pretexto de tratar su epilepsia en Hawaii. Un pretexto que permitió a Snowden, el 20 de mayo, volar a Hong Kong y alojarse en un hotel de la ciudad, desde dónde filtró unos documentos y concedió una entrevista a The Guardian hablando del proyecto de vigilancia PRISM.

Adentrándonos más en este tema PRISM es, como hemos comentado, un proyecto de vigilancia que la NSA tenía en secreto. Iniciado en el año 2007, su principal finalidad era la de recoger información de todos aquellos ciudadanos extranjeros o estadounidenses que vivan fuera de su país, e incluso a aquellos ciudadanos del país que mantuvieran contacto con personas de fuera de la nación. Gracias a este programa, Estados Unidos era capaz de conseguir información procedentes de conversaciones, videollamadas, correos electrónicos, redes sociales, fotos y archivos de todos estos usuarios, con la misma excusa a la que Estados Unidos siempre nos tiene acostumbrados, la seguridad nacional. Pero por si esto fuera poco, las grandes empresas tecnológicas del sector como Google, Apple, Microsoft, Facebook, Twitter, Yahoo! y Dropbox entre otras también pudieron dejar una puerta abierta a que Estados Unidos recabara información de sus servidores. Además, Estados Unidos también hubiera mantenido contacto con empresas telefónicas como Verizon para tener a su disposición registros de llamadas y mensajes de texto.

Documento que confirma el programa PRISM

The Washington Post y The Guardian fueron los encargados de publicar 4 diapositivas de un documento de 41 páginas filtrado por Snowden en el que se explicaba este programa. Una filtración a la que Estados Unidos, sorprendentemente, ha contestando verificando la existencia de tales programas. Barack Obama y otras autoridades estadounidenses se han defendido justificando que PRISM forma parte de un programa de recolección de datos legal y ya mencionado. Todo ello basándose en la ley FISA, recientemente renovada hasta 2017, y que básicamente establece que espiar a los estadounidenses es totalmente legal y, por lo tanto, no requiere de ningún permiso ni orden judicial. No obstante, estas declaraciones siguen contradiciendo todo lo expuesto en las diapositivas filtradas por Snowden, que ha hecho escala de Hong Kong a Moscú en busca de países que le ofrezcan asilo político frente a Estados Unidos. Cuenta con el apoyo de WikiLeaks y de gran parte de la comunidad de Internet, por lo que quizás en estos mismos instantes un nuevo vuelo le llevé a la libertad tan buscada tras el bombazo de estas filtraciones. Al igual que con Julian Assange, fundador de Wikileaks, Ecuador se ha ofrecido como voluntario para ofrecerle asilo político.

La situación, lo cierto, es que está teniendo una importancia considerable y a las noticias del proyecto PRISM y la posible cesión de información a Estados Unidos por parte de diferentes empresas, le siguen otros tantos casos de espionaje en la red. Entre ellos, otro de gran importancia es el ocurrido con el Cuartel General de las Comunicaciones británico (GCHQ) que espiaron a los miembros del G20 durante 2009 y que, hace tan solo unos días, obtuvieron en 24 horas información sobre 600 millones de llamadas y 39.000 piezas de información procedentes de los cables de telecomunicaciones globales que atraviesan su territorio.

Sede de la NSA

Edward Snowden, bajo mi punto de vista, no solamente ha sido el responsable de desvelar un programa de espionaje por parte de Estados Unidos. También va a ser el encargado de iniciar un tenso debate alrededor de la privacidad de todos los usuarios en la red, algo que ya de por sí preocupaba bastante en nuestra vida en la red, y que ahora sería un tema bastante más controvertido al descubrirse que, tanto el gobierno como las principales empresas tecnológicas, están controlando masivamente información sobre nosotros.

Pero no solamente esta noticia afecta a los usuarios corrientes. Bajo mi punto de vista, y basándonos en que Estados Unidos se ha centrado en el espionaje a extranjeros, a otros países con los que por fin Estados Unidos estaba consiguiendo algunos acuerdos no les hará ninguna gracia saber que sus ciudadanos están siendo espiados. Tanta preocupación por la seguridad nacional quizás les acabe dando más de un dolor de cabeza. El tema de la seguridad quizás deba ser algo que realmente preocupe a un país pero, en mi opinión, estos métodos quizás no sean ni los más efectivos ni los más adecuados.

Por otra parte, también nos encontramos con la polémica por las grandes empresas tecnológicas del sector ya que, si de verdad han sido capaces de abrir una puerta para que Estados Unidos acceda a sus servidores de manera ilegal, porque no podría estar sucediendo lo mismo en la Unión Europea o en España. Sinceramente, antes siempre miraba con recelo porque empresas como Google o Facebook me mostraban publicidad en función de las búsquedas que realizaba, pero ahora es mucho más preocupante saber que mis datos, mis correos electrónicos o mi vida en las redes sociales pueda acabar en manos de un gobierno. Quizás sea demasiado exagerado y nunca lleguemos a este punto, pero no es tan alocada ni tan surrealista esta última idea.

Central en la que se alojan servidores

Internet y el ámbito de las telecomunicaciones han supuesto una mejora en la calidad de nuestras vidas, y un cambio en la forma de relacionarse y comunicarse con el resto de personas. No obstante, también esta nueva forma de compartir información puede ser aprovechada por otros, y prueba de ella es todo lo acontecido con el programa PRISM y las filtraciones publicadas por Edward Snowden, que curiosamente ha sido acusado de espionaje por Estados Unidos. El espionaje a través de la red está llegando a unos niveles realmente preocupantes, y quizás todavía sean muchos los proyectos ocultos. Mientras tanto los usuarios corrientes seguimos viendo como Internet, el único espacio de libertad que nos quedaba, está siendo cada vez más corrompido por el espionaje y la pérdida de privacidad por parte de los que realmente tiene el poder.

Archivado en Edward Snowden, Internet y redes sociales, PRISM, Privacidad, Sociedad, WikiLeaks
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